Subirse al tren de Sóller, uno de los reclamos más característicos de Mallorca, es embarcarse en un viaje a tiempos pasados. A través de sus ventanas podrás admirar el espectacular paisaje de la Serra de Tramuntana y sentir el latido de este conjunto montañoso declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El tren de Sóller, una pieza histórica inaugurada 1912, parte desde Palma y llega hasta la localidad de Sóller, ubicada en la costa noroeste de la Serra de Tramuntana. Recorrerás 27,3 kilómetros atravesando hasta 13 túneles. El más largo, de casi 3 km, pasa por el interior de la Serra d’Alfàbia.
La estación, propiedad de Ferrocarril de Sóller, se encuentra en un edificio modernista que abarca las cocheras y el espacio de las vías. Antes de escuchar aquello de “¡Pasajeros al tren!”, puedes aprovechar para empaparte de la naturaleza de la isla a través de una muestra pictórica de ‘50 paisajes de Mallorca’, que viste las paredes de la antigua cochera y que te trasladará la mirada del paisaje mallorquín de importantes artistas de la isla y de fuera de ella.
Cuidado artesanal
Por el tren de Sóller no pasa el tiempo. Manos cuidadosas y artesanas mantienen su aspecto original: techos y suelos de madera lacada, asientos de cuero y metal, ventanas de guillotina y decoración con toques dorados. Tanto si vas solo, acompañado o en familia, podrás sentarte cómodamente en los sofás que encontrarás en el vagón de primera clase –algo que pocos saben– y disfrutar del trayecto de una hora de duración.
El tren de Sóller te descubrirá con su traqueteo, de forma pausada, como si no existiera el tiempo, lugares hermosos nunca vistos. Otra cara de Mallorca, en la que el campo, la tradición y la naturaleza roban el protagonismo a las prisas de la ciudad y del mundo globalizado.
Paisajes mágicos
Abre bien los ojos porque el recorrido deja atrás la ciudad para adentrarse en el paisaje más típico de la isla: campos de algarrobos, almendros –que contemplarás en flor en el mes de febrero o marzo– y montañas de bancales de piedra.
La primera parada es Son Sardina, que se presenta con la belleza de sus diferentes fincas, como Sa Font Seca, Son Termes, Raixa –una espectacular posesión situada en el municipio de Bunyola en torno a un patio de estilo italiano– y s’Alqueria Blanca. Atravesando un bosque de pinar llegarás a Bunyola, localidad que se alza al pie de la Serra d’Alfàbia y rodeada de jardines y campos de limoneros. Olivos centenarios, bosque de pinar y encina, caracterizan el paisaje de la Serra de Tramuntana.
El tren continúa decidido la ruta hasta llegar a la Vall de Sóller, donde huertos de naranjos y limoneros te dan la bienvenida con una sinfonía de color y olores cítricos. La Serra d’Alfàbia, Es Cornadors, L’Ofre y el imponente Puig del Migdia dibujan el horizonte montañoso. Embelesado por el recorrido, llegarás a la ciudad modernista de Sóller, donde encontrarás las naranjas más jugosas del mundo. La espectacular iglesia en el centro de la localidad, comercios tradicionales, museos y la posibilidad de viajar hasta el Port de Sóller en su tranvía son otros de los atractivos que brinda el municipio. Compra tu billete y vive un viaje mágico hacia el corazón de Mallorca.
